La pintura Los desterrados de Guaiguasa es una obra singular por el tema representado, claramente de motivo histórico. En ella podemos apreciar una crónica visual que describe la cuarentena que vivieron los miembros del depuesto gobierno del General José María Cabral, quienes zarparon, luego de la capitulación el 31 de enero de 1868, al Islote de Guaiguasa, frente a la ciudad de Puerto Cabello en las costas venezolanas. En el islote no les falta nada durante la cuarentena; no obstante, muere de forma inesperada el presbiterio Dionisio Moya, los desterrados realizan el pacto de Guaiguasa, que luego ratificaron al llegar a Puerto Cabello, nombrando al General Pedro Antonio Pimentel como jefe de un nuevo movimiento por la toma del poder en República Dominicana.
Texto de la galería Mamey